A
veces buscamos lo que todavía no estamos preparados para encontrar.
¿Por qué será que algunos secretos te ahogan, mientras que otros te
acercan a los demás de una manera que no querrías perder? Perder el
sentido de los días, de las noches, del fluir del tiempo, la ausencia de
citas, comer y beber tan solo cuando se siente la verdadera necesidad
de hacerlo, vivir sin problemas, discusiones o celos.
Pero no hay que
asombrarse: el alma siempre sabe elegir la mejor banda sonora. Y las
canciones no llegan nunca por casualidad.
Como la verdad, por otra parte busco respuestas y, en cambio, sólo obtengo preguntas.