Hay imágenes que por más que quieras no puedes borrar de tu mente.
Hay situaciones que te ponen a prueba.
Hay momentos que te hacen darte cuenta de la realidad que te rodea.
Hay días que te cambian la vida.
Hace tiempo tuve un sueño, realmente era algo que deseaba más que nada en el mundo, y llegué a rozarlo con la yema de los dedos…
Pero un día el sueño se rompió en mil pequeños pedacitos… y los fragmentos, que cortaban como el cristal… hicieron tanto daño al estallar…
¡Qué difícil es recoger los sueños rotos!…
Hace tiempo aprendí que en las despedidas no sufre más quien parte, si no quien permanece, en solitario, sosteniendo un vacío entre las manos… quién ha de volver a la rutina apenas unos minutos después…