La peor ceguera que puedas padecer, es creer que todo lo que haces es justo y, por consiguiente, bueno. Así pues, toda culpa reside en actos ajenos. Crear una red de leyes personales, en la que todo está construido de tal manera que se cumpla dicho dogma de forma forzada, aplicando un Deus ex machina metido a calzador, valga la redundancia semántica. Bienvenidos a la conveniencia lógica. Inventar una coherencia difusa que hace que no cuestiones tus propios actos, ya que los ves de forma natural y correcta por las propias normas que has impuesto en tu micro-universo, el cual sólo habitas tú. ¿Para qué preguntarse uno mismo si se ha actuado incorrectamente si puedes autoconvencerte de que eres inmaculado? Y cuidado con confundir esta actitud con el ego o el orgullo, que al fin y al cabo no son más que eufemismos de un tipo de estupidez muy concreta. Señores, de lo que hablamos, es de cobardía.
|