La máxima aspiración de una vida que respira alcohol, drogas y amanecerse, no es más que una efímera persecución en una autovía en la que todos conducen ... pero siempre por el arcén.
El "Carpe Diem" ha sido tergiversado hasta el límite, su físis ha cambiado ... un denigrante grito esculpe una sociedad que no necesita gritar.
Un pensamiento de la vida y el ocio que no es más que una falaz calumnia ante la cual abrimos nuestros ojos y nos dejamos engañar...
Las musas han sido embotelladas.
Vive.
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